Turismo ufológico, tendencia mundial que México explota

Esta semana representantes de la Secretaría de Turismo (Sectur) dialogaron con autoridades tanto estatales como municipales de Tamaulipas para iniciar con el ordenamiento y promoción de Ciudad Madero, por considerar que tiene el potencial de ser un destino referente del país a nivel mundial, pero tal vez también de la galaxia.

Este sitio es uno de los lugares turísticos de mayor crecimiento en número de visitantes porque además de Playa Miramar, la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús y la Laguna del Carpintero, también tiene algo que atrae viajeros de todo el mundo: es un sitio donde se dice que hay avistamientos de ovnis.

 

Por ello el popular “turismo ufológico” es una de las razones de porque lograron en 10 años incrementar de 517 mil a más de 3 millones los viajeros anuales que los visitan; pero no es el único lugar de México donde se tiene este tipo de percepción, en varios estados como Chihuahua, Morelos, Querétaro, Puebla, Baja California, entre otros también tienen algunos de sitios que se promocionan como lugar para hacer contacto “con seres de otro planeta”.

México es extenso en lugares cargados de energía donde constantemente se reportan avistamientos, como son los casos del Volcán Popocatépetl, Tepoztlán, Foco Tonal de Poncitlán, Jalisco; la Zona del Silencio ubicada entre los estados de Chihuahua, Durango y Coahuila, Peña de Bernal en Querétaro, así como Tamaulipas que ya figura como el primer estado del país donde científicos crearon un Centro de Reporte Ovnis cuyo primer gran efecto ha sido la afluencia de cientos de visitantes a las costas de Miramar deseando documentar con sus cámaras o teléfonos inteligentes una nave alienígena”, comenta el ufólogo Yohanan Díaz Vargas.

De acuerdo con la BBC, aumentó de 20 a 34 por ciento la población global que cree en ovnis en los últimos 25 años, que tomando en cuenta que el gasto medio en un tour de este tipo es de 120 dólares, se podría estimar que el mercado mundial ronda los 334 mil 280 millones de dólares.

Una encuesta de Statista muestra que en México 21 por ciento de las personas cree que hay vida en otros planetas, el tercer país con mayor porcentaje de la población que cree en estas especies, superado por India y China con 43 y 25 por ciento, respectivamente.

“El gusto por lo desconocido, insólito, misterioso es un segmento de turismo que ya visionaros explotan en el mundo; este el caso del santuario Machu Picchu, en Perú, donde además de contemplar las grandes piedras y murallas, los visitantes también buscan algún tipo de contacto extraterrestre que ha significado una atracción adicional que representa para el gobierno y habitantes de la región más afluencia de visitantes e ingresos por la venta de servicios y souvenirs alusivos a los aliens”, destacó Yohanan Díaz Vargas, que también es uno de los integrantes más activos del club “Vigilantes en el Cielo”.

Información de la Asociación de Investigación Científica Ovni de Tamaulipas (AICOT) hay tours que se ofrecen desde los 250 pesos hasta los 2 mil 800 pesos, dependiendo del tiempo y las distancias; por ejemplo, en Tampico hay viajes a alta mar pues aseguran que cerca de la costa hay una base espacial de marcianos.

Rutas

Yohanan Díaz Vargas también es fundador de Volíbolo, empresa pionera que desde 2009 organiza rutas turísticas en busca de avistamientos o contacto con el mundo misterioso.

Afirmó que el gusto por este tipo de atracciones va en aumento, pero podría ser mayor con una adecuada difusión al igual como se hace con las rutas del queso, del vino, la cerveza, arqueológicas y coloniales.

 

En Volíbolo, subraya, organizamos grupos de entre 60 y 80 personas cada fin de semana y lo que más se prefiere por su cercanía a la Ciudad de México es el Popocatépetl donde por la actividad del volcán se tiene un alto nivel de energía que hace posible visualizar en noches nítidas una gran cantidad de centellas, muchas de ellas moviéndose en círculos y otras que siguen rutas de zigzag u ondulación para luego esfumarse en el universo.

También se organizan viajes a la Zona del Silencio donde de acuerdo al Libro Azul de Avistamientos que el gobierno de Estados Unidos finiquitó en 1969 cayeron en esa región durante la década de los 60s, una serie de objetos que fueron recolectados por las fuerzas armadas mexicanas para luego entregarlos al Departamento de Defensa del vecino país que en su investigación concluyó que sólo 3 por ciento de esos materiales no tenían una procedencia certera y que podría tratarse de restos de meteoritos.

“La ciencia no ha avanzado mucho en la explicación de esa clase de fenómenos porque no hay investigación al menos de manera oficial por parte de universidades o gobiernos. En el caso de México astrólogos lo consideran el quinto país en el mundo con mayores avistamientos sólo superado por Estados Unidos, concretamente los estados de California y Nevada, Perú, Chile y Colombia y de ahí la importancia de no dejar de pasar la oportunidad de negocios en este segmento que ya en otras latitudes representa una importante en atracción turística”.

Primeros contactos

El turismo ufológico nació en 1947 con el incidente Ovni de Roswell, Nuevo México, en Estados Unidos. Desde ese caso surgieron numerosos debates, teorías y especulaciones sobre la existencia de vida extraterrestre que muchos países con supuestos avistamientos han aprovechado como excelente oportunidad de negocios para robustecer su industria turística e incluso España e Inglaterra han abierto oficinas para reportar la presencia de ovnis y han desclasificado informes que datan de la segunda guerra mundial en que sus fuerzas aéreas eran seguidas por objetos extraños.

En julio de 1947 cerca de la ciudad de Roswell supuestamente se estrelló una nave extraterrestre , pero sobre el asunto no hay datos confiables e incluso se llegó a difundir que un cuerpo alienígena fue rescatado y trasladado al área 51 que como se sabe está totalmente restringida.

 

Lo sorprendente es que a pesar de la falta de veracidad y especulaciones, nadie ha podido evitar que esa ciudad sea visitada anualmente por miles de turistas y ufólogos, lo que motivó a crear un museo y centro de investigación, el International UFO Museum & Research Center, donde se tiene a su alrededor todo un comercio relativo a encuentros cercanos y ha sido tal el éxito que cada 4 de julio se celebra en ese lugar un festival Ovni donde hay desfiles, conciertos y fuegos artificiales.

Otro ejemplo de marcar tendencia en turismo ufológico es la visita a los alrededores del área 51, ubicada en el desierto de Nevada donde las autoridades con el fin de atraer más visitantes crearon “la carretera de los extraterrestres” donde afirman son constantes los avistamientos que comprobados o no, significan una importante derrama económica para la región donde como atracción adicional también se creó un Centro de Investigación Alienígena que exhibe objetos de metal supuestamente pertenecientes a naves extraterrestres.

 

Warminster , Inglaterra, ha sido difundido como un destino ufológico por excelencia en que son constantes los avistamientos que han sido reportados en libros e informes desclasificado. Ahí la mayor atracción es el mural temático “The Warminster Thing” en memoria de la aparición de un Ovni en 1965 que por varios minutos circundó los espacios de esa localidad situada a 200 kilómetros de la capital inglesa hacia donde son permanentes los tours de aficionados a los aliens.

“Aquí en nuestro país los primeros avistamientos reportados datan de finales de la década de los sesentas en que la entonces Dirección Nacional de Seguridad clasificó como confidenciales, sin embargo ahora se pueden reportar en la Plataforma Nacional de Transparencia que lleva un registro y responde a solicitudes de información que mucho puede servir para ampliar la presencia de turistas a zonas emblemáticas llenas de energía y no dejar pasar esa gran oportunidad de negocios que países con menos avistamientos están aprovechando muy exitosamente”, refirió Yohanan Díaz.

Fuente: Milenio