Florida ha dado un paso controvertido en su legislación penal. Este viernes, la Legislatura del estado aprobó el proyecto de ley «SB 4C», que impone la pena de muerte obligatoria a los migrantes indocumentados condenados por delitos capitales, como asesinato en primer grado o violación infantil.
La reforma fue promovida por el gobernador Ron DeSantis y respaldada por la mayoría republicana del órgano legislativo. Con esta medida, cualquier persona sin estatus migratorio regular que sea declarada culpable de estos crímenes recibirá automáticamente la pena de muerte.
El proyecto ha generado intensas reacciones y debate entre defensores de derechos humanos y legisladores. Mientras sus impulsores argumentan que fortalecerá la seguridad y la justicia en el estado, críticos advierten que la ley puede derivar en discriminación y conflictos constitucionales.
Con su aprobación en la Legislatura, la ley está ahora en manos del gobernador DeSantis para su promulgación oficial.
Con información de Gamavisión Noticias