Fiscalía federal reasigna a supervisores clave tras reestructuración ordenada por Trump

Reestructuración en la fiscalía federal de Washington bajo el fiscal interino Ed Martin

En un movimiento que ha generado desconcierto entre los abogados de la fiscalía federal de Washington, varios altos funcionarios han sido reasignados a cargos que manejan delitos menores y asuntos de bajo nivel. Esta decisión, ordenada por el fiscal federal interino Ed Martin, designado por el expresidente Donald Trump, representa el último esfuerzo para reestructurar una oficina que supervisó casos de alto perfil, incluidos los relacionados con el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021.

Detalles de los cambios en la fiscalía

Según fuentes cercanas al asunto, al menos siete fiscales experimentados y de alto rango han sido reasignados. Entre ellos se encuentra Greg Rosen, quien lideraba la sección encargada de los casos derivados del asalto al Capitolio. Otros fiscales afectados incluyen a aquellos que manejaron casos políticamente sensibles, como los relacionados con Peter Navarro y Steve Bannon, aliados cercanos de Trump.

En un correo electrónico obtenido por The Associated Press, Martin explicó a los abogados que estos cambios no son temporales. “Seré claro: este cambio no es temporal”, afirmó, destacando que el área de delitos menores realiza un trabajo importante y necesita apoyo. Los fiscales reasignados ahora trabajarán en la Sección de Evaluación Temprana de Casos, que se encarga de evaluar nuevos casos y gestionar procedimientos judiciales iniciales, como las comparecencias en el Tribunal Superior.

Impacto en casos de alto perfil

Entre los supervisores degradados se encuentran abogados que jugaron roles clave en casos emblemáticos. Por ejemplo, dos de ellos contribuyeron a asegurar declaraciones de culpabilidad por conspiración sediciosa contra Stewart Rhodes, fundador del grupo paramilitar Oath Keepers, y contra Enrique Tarrio, ex presidente nacional de la organización de ultraderecha Proud Boys. Además, John Crabb, un veterano de la oficina que participó en casos como el ataque al consulado estadounidense en Bengasi, también fue reasignado.

Otro nombre destacado es Elizabeth Aloi, jefa de la unidad de corrupción pública y derechos civiles, quien procesó a Navarro por cargos de desacato al Congreso. Su degradación ha levantado preguntas sobre el futuro de los casos relacionados con el ataque al Capitolio y otros asuntos de corrupción pública.

Reacciones y contexto

La reestructuración ha dejado perplejos a muchos abogados de la fiscalía, quienes ya habían enfrentado despidos masivos tras la llegada de Martin. Un portavoz de la fiscalía federal en el Distrito de Columbia no respondió a solicitudes de comentarios, y aún no está claro quién reemplazará a los supervisores reasignados.

Este movimiento se enmarca en un contexto político polarizado, donde la fiscalía federal ha sido un foco de atención por su manejo de casos relacionados con el ataque al Capitolio y figuras cercanas a Trump. La decisión de reasignar a fiscales clave podría tener implicaciones significativas en el desarrollo de estos casos y en la percepción pública de la independencia de la justicia.

“Seré claro: este cambio no es temporal”, afirmó Ed Martin en un correo electrónico a los fiscales reasignados.

En resumen, la reestructuración ordenada por Martin refleja un esfuerzo por redefinir las prioridades de la fiscalía federal, aunque ha generado preocupación sobre el impacto en casos de alto perfil y la estabilidad interna de la oficina.