La trágica ironía de una influencer que tejía sueños y murió surfeando

La vida te da sorpresas, pero esta fue una tragedia sin gracia

La comunidad digital está más sacudida que un celular en modo vibrador. La influencer chilena Javiera Ortiz, conocida por su pasión por el tejido y su habilidad para enredar hilos (y corazones), perdió la vida a los 34 años en un accidente que parece sacado de un guion mal escrito. ¿El escenario? Una playa llamada Rinconada de Taucú, en Cobquecura. ¿El villano? Una lancha pesquera que, al parecer, no recibió el memo de que había gente en el agua.

El día que el surf se convirtió en tragedia

Según el sitio “Hola” (porque, claro, ¿quién mejor para informar sobre tragedias que una revista que suele hablar de famosos tomando café?), Ortiz estaba disfrutando de una jornada de surf. Pero, oh sorpresa, una embarcación pesquera decidió que era el momento perfecto para jugar a los barcos chocadores. A alta velocidad, la lancha la golpeó, dejando a los testigos más desconcertados que un gato en una piscina. La llevaron a la orilla, la atendieron, pero, lamentablemente, sus heridas eran tan graves que falleció en el hospital. ¿El capitán del barco? Detenido, declaró y fue liberado. Porque, claro, ¿qué mejor que soltar al posible responsable de una tragedia?

El testimonio del capitán: “No la vi, lo juro”

El capitán de la embarcación, en su declaración, aseguró que no vio a Ortiz en el agua. ¿En serio? ¿Nadie le enseñó que el mar no es solo para peces? La Policía de Investigaciones de Chile (PDI) está investigando si hubo negligencia o si, por el contrario, Ortiz estaba en una zona prohibida. Porque, claro, siempre es más fácil culpar a la víctima que al conductor de una lancha que parece manejada por un piloto con los ojos cerrados.

Javiera Ortiz: más que una influencer, una tejedora de sueños

Javiera no era solo una influencer con 63 mil seguidores. Era una apasionada del tejido, una artista que tejía no solo bufandas, sino también conexiones con las generaciones más jóvenes. Su muerte ha dejado a su comunidad más deshecha que un suéter mal tejido. “Descansa en paz Javi, seguirás tejiendo desde el cielo”, escribió una seguidora. Otra añadió: “La comunidad tejeril está consternada, imposible de creer”. Y sí, es difícil creer que alguien que tejía sueños haya terminado su historia de manera tan abrupta.

Su última publicación: un carrusel de despedida

Su última publicación en redes sociales fue un carrusel de fotos donde se la veía disfrutando de su fin de semana. Ahora, esas imágenes están llenas de mensajes de pésame y despedida, convirtiéndose en un testimonio de su legado. Porque, al final, las redes sociales no son solo para likes, sino también para lágrimas.

¿Y ahora qué?

Las investigaciones continúan, y la familia de Ortiz espera respuestas. Mientras tanto, su comunidad sigue rindiéndole homenaje, recordándola como una mujer talentosa y apasionada. Porque, al final, la ironía de la vida es que a veces teje historias que nadie espera, y no siempre tienen un final feliz.