Telescopios captan el chorro de radio más grande del universo temprano

CABO CAÑAVERAL, Florida. — Un equipo internacional de astrónomos ha detectado un impresionante chorro de ondas de radio proveniente de un cuásar que data de los primeros 1.000 millones de años del universo. Este hallazgo, publicado en la revista Astrophysical Journal Letters, representa el chorro de radio más grande jamás observado en una etapa tan temprana de la historia cósmica.

El chorro, cuya extensión es el doble del diámetro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, ha sido captado gracias a la colaboración de telescopios en Europa, Hawai y Texas. Su tamaño extremo ha permitido que los científicos lo observen desde la Tierra, a pesar de la distancia y el desafío que supone el fondo cósmico de microondas, un remanente del Big Bang que dificulta la detección de objetos en el universo primitivo.

“Podemos observar este objeto desde la Tierra, a pesar de que está tan lejos, solo porque su tamaño es tan extremo”, explicó Anniek Gloudemans, autora principal del estudio e investigadora del NoirLab de la Fundación Nacional de Ciencias. Este descubrimiento proporciona una ventana única para estudiar las condiciones del universo en sus primeras etapas.

El chorro de radio, que se extiende al menos 200.000 años luz (un año luz equivale a aproximadamente 9 billones de kilómetros), emana de un cuásar que se formó cuando el universo tenía solo el 9% de su edad actual, dentro de los primeros 1.200 millones de años. Los cuásares, considerados entre los objetos más brillantes del universo, son núcleos galácticos activos donde gas y polvo caen en un agujero negro, liberando enormes cantidades de energía.

Este cuásar en particular tiene una masa equivalente a 450 millones de veces la de nuestro sol, aunque su agujero negro no es especialmente masivo en comparación con otros conocidos. Este hallazgo no solo desafía las teorías existentes sobre la formación y evolución de los cuásares, sino que también abre nuevas vías para comprender cómo se desarrollaron las estructuras cósmicas en el universo temprano.

El estudio resalta la importancia de la colaboración internacional y el uso de tecnologías avanzadas para explorar los confines del cosmos. Este tipo de descubrimientos no solo enriquecen nuestro conocimiento del universo, sino que también plantean nuevas preguntas sobre los procesos físicos que gobiernan estos fenómenos extremos.