Yasmín Esquivel niega campaña anticipada mientras el INE investiga su visita a Morena

Ah, la vida en la política mexicana, donde las reuniones “reflexivas” son tan inocentes como un niño con las manos en la jarra de galletas. La ministra Yasmín Esquivel, esa figura que parece tener más invitaciones que una influencer en la temporada de bodas, asegura que su visita a la Cámara de Diputados fue solo para “reflexionar” sobre la reforma judicial. Claro, porque reflexionar con la bancada de Morena es tan casual como tomar un café con los vecinos. ¿O no?

En una entrevista en el Senado de la República, Esquivel defendió su presencia en el evento, negando rotundamente que se tratara de actos anticipados de campaña. “Las campañas inician el 30 de marzo”, dijo, como si todos tuviéramos un calendario electoral pegado en la nevera. Y añadió: “Serán por 60 días y concluyen el 28 de mayo”. Vaya, qué precisión. ¿Será que alguien le recordó las fechas antes de la entrevista?

Pero no todo es miel sobre hojuelas. El INE, ese organismo que parece tener más trabajo que un profesor en época de exámenes, está investigando a Esquivel y a otras dos ministras por su participación en un evento el pasado 25 de febrero. El encuentro, celebrado a puerta cerrada en el auditorio Aurora Jiménez, ha levantado más cejas que un meme de política en redes sociales. ¿Qué pasó ahí? ¿Discutieron la reforma judicial o el menú del próximo mitin? Nunca lo sabremos.

Por su parte, la ministra Lenia Batres aseguró que asistió al recinto en calidad de ministra, no de aspirante. Claro, porque en política todos llevamos una etiqueta invisible que dice “aquí en modo profesional, no en modo campaña”. Esquivel, por su lado, insistió en que fue invitada por el grupo parlamentario mayoritario para reflexionar sobre la reforma al Poder Judicial. ¿Reflexionar? ¿O será que estaban ensayando el discurso para el próximo evento público?

Y mientras el INE sigue revisando los detalles, Esquivel aprovechó para soltar otra bomba: la transición en la Suprema Corte dejará al Poder Judicial en modo “low battery” durante cuatro meses y medio. “Estaremos sin turno ordinario”, dijo, como si fuera un aviso de mantenimiento en un edificio. Solo se atenderán casos urgentes, como privaciones de libertad o asuntos prioritarios. El resto, a esperar hasta septiembre. ¿Alguien más escuchó el sonido de los expedientes acumulándose?

En fin, mientras el INE investiga y las ministras reflexionan, nosotros nos quedamos aquí, preguntándonos si alguna vez la política dejará de ser un reality show con togas y discursos. Pero, ¿qué importa? Al menos nos dan material para reírnos un rato.