La UNESCO reconoce el legado documental de ITAM, UGTO y UNAM

La UNESCO le da el visto bueno a los archivos de las universidades

CIUDAD DE MÉXICO.- Resulta que la UNESCO, esa organización que parece sacada de un meme de cultura general, decidió reconocer el patrimonio documental de tres universidades mexicanas. Sí, esas mismas que a veces solo asociamos con exámenes, cafés caros y memes estudiantiles. Pero ojo, no estamos hablando de cualquier cosa: estamos hablando de documentos que podrían ser la trama de una serie de Netflix sobre historia y drama académico.

Primero, el ITAM se llevó su trofeo con la “Correspondencia de Manuel Gómez Morin, 1908-1972”. Este señor, por si no lo sabías, fue el fundador del Banco de México y del PAN. O sea, básicamente un tipo que sabía manejar tanto el dinero como la política. Sus cartas están resguardadas en el Centro Cultural que lleva su nombre, porque claro, ¿qué mejor lugar para guardar los secretos de un banquero y político que un centro cultural?

Luego, la Universidad de Guanajuato (UGTO) entró en escena con la “Colección Dr. Alfredo Dugès”. Este botánico y zoólogo francés dejó un legado de ilustraciones científicas, expedientes y publicaciones que ahora están en la Lista Regional de América Latina y el Caribe. Básicamente, es como si el Instagram de la naturaleza del siglo XIX hubiera sido reconocido por la UNESCO. ¡Qué orgullo!

Y no podía faltar la UNAM, porque ¿qué sería de México sin su máxima casa de estudios? Ellos lograron un registro con “Preservación de la memoria lingüística: manuscritos en lenguas indígenas”. Sí, esos documentos que nos recuerdan que el español no es la única lengua que existe en este país. Además, la UNAM también metió otros cuatro acervos en el Registro Nacional, porque claro, si vas a hacer algo, hazlo en grande. Entre ellos están archivos de arquitectura, programas de radio y hasta un poema de 1924. ¿Qué tal?

¿Y qué es eso del patrimonio documental?

Según la UNESCO, el patrimonio documental son esos archivos que nos ayudan a entender cómo las comunidades han sobrevivido, cambiado y enfrentado sus desafíos. Básicamente, son como los tweets antiguos, pero con más sustancia y menos drama innecesario. Estos documentos son clave para entender nuestra historia y, de paso, para no repetir los mismos errores (aunque, seamos honestos, eso no siempre funciona).

Pero ojo, no todo es color de rosa. Estos tesoros documentales están en peligro constante: desde robos hasta desastres naturales, pasando por la obsolescencia tecnológica. Sí, porque incluso los documentos pueden quedar obsoletos, como ese teléfono Nokia que todavía tienes guardado en un cajón.

“El patrimonio documental es vulnerable, pero también es clave para alcanzar el entendimiento mutuo.”

Así que ya sabes, la próxima vez que veas un archivo histórico, piensa que podría ser el próximo en ser reconocido por la UNESCO. O al menos, que podría inspirar un buen meme.