LOS DORITOS NACHOS TIENEN LA MEJOR PUBLICIDAD EN REYNOSA.

Contraespejo

Por: Karla Pérez

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H. Matamoros a 31 de marzo de 2025.- En Reynosa, la desgracia tocó las puertas tras las fuertes lluvias que desbordaron calles, negocios y hogares, dejando a cientos de familias sin lo más básico. Lamentablemente, dos personas perdieron la vida; niños con cáncer quedaron sin sus medicamentos; y personas enfermas no cuentan con lo necesario para aminorar el dolor. Caras angustiadas, con llanto, impotencia y desesperación es lo que se ha vivido en Reynosa, Tamaulipas, desde hace cuatro días.

Pero más allá del agua, lo que realmente desbordó fue la creatividad para mostrar apoyo, o al menos, intentarlo. El alcalde Carlos Peña, en un gesto que será difícil de olvidar (o perdonar), primero se presentó 24 horas después de las inundaciones con una bolsita de Doritos Nachos y una Coca-Cola para entregar a quienes perdieron casa, muebles, carros y todas sus pertenencias personales. Así como lo leyó usted, unos Doritos Nachos. Quizá pensó que un bocadillo podría servir de consuelo a quienes lo habían perdido todo. O tal vez creyó que la empatía se mide en calorías y no en acciones. ¡Qué vergüenza! Por no decir que fue una decisión cuestionable, pero bueno, tal vez no le quedó recurso económico después de estar de vacaciones en Londres Inglaterra, donde se encontraba de vacaciones cuando pasó esta desgracia, y además no pidió anuencia ante el cabildo como debiera ser antes de ausentarse de su responsabilidad.

Por su parte, su madre, la senadora Maki Ortiz, decidió hacer acto de presencia. Sin víveres ni soluciones a cuestas, fue recibida por una ola de indignación. Los damnificados, cansados de promesas huecas, no dudaron en mostrar su descontento. La visita fue breve, sin aplausos ni palabras de agradecimiento. Solo quedó la estampa de una figura pública enfrentada a la dura realidad. Solo fue a meter sus pies al agua, pensando que se haría un pedicure. Foto y vámonos, total, tiene miles de bots que le ayudan a hablar bien de ella, contrarrestando la realidad y lo que verdaderamente opina la gente.

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EL GOBERNADOR DE TAMAULIPAS LLEGA COMO QUINCEAÑERA A REYNOSA…

En contraste, el gobernador Américo Villarreal llegó como si se tratara de una misión militar o una fiesta de XV años, a bordo de un tanque. La imagen resultó más simbólica que efectiva y fue un insulto para los reynosenses. Entre abrazos y discursos, habló de solidaridad, pero para los afectados, las palabras suelen desvanecerse con la misma rapidez con la que el convoy desapareció.

Muy lamentable que, a estas alturas, los políticos sigan jugando con los sentimientos de las familias. Pero bueno, mínimo se presentó, y no como el alcalde Carlos Peña, quien regresó bien enojado de su viaje a Londres y ni siquiera pudo estar presente en la primera aparición del gobernador.

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El lunes, el gobernador volvió a hacer un recorrido y confirmó la muerte de dos personas, asegurando que ya están evaluando los daños por la contingencia y pedirán apoyo a la Federación, en fin, políticos.

GRUPO FRONTERA PREFIRIÓ LLENAR TRAILERS CON AYUDA PARA REYNOSA.

Y mientras los políticos jugaban a las apariciones públicas, el grupo musical Frontera demostró que la verdadera ayuda no necesita reflectores. La banda, acostumbrada a llenar estadios, optó por llenar tráileres con colchones, agua, alimentos y artículos de limpieza. Sin discursos vacíos, solo con la voluntad de hacer lo correcto. Así es como se debe llegar: con manos llenas, con amor y cariño.

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Cuando se tiene la intención, no andas evaluando nada; llegas con lo básico mientras armas un sondeo de necesidades para poder tener un control posterior. No hay discurso ni abrazo solidario que quite esa necesidad básica. Es curioso cómo, en tiempos de crisis, algunos ven una oportunidad para la foto perfecta, mientras otros entienden que la solidaridad es un acto genuino, sin cámaras ni poses. En Reynosa, las familias recordarán quiénes estuvieron para ayudar y quiénes solo pasaron para ser vistos.

Porque al final del día, los Doritos y las Coca-Colas podrán calmar el hambre momentánea, pero no reconstruyen hogares ni alivian el dolor de la pérdida. La verdadera solidaridad, esa que no caduca ni se diluye, viene en forma de acciones, no de snacks. Una acción que se contará y recordará a través de los años como una afrenta a los reynosenses.

En el mundo que gira y gira, nada es lo que parece.

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Por: Karla Pérez