Internacional.- Catherine Morris y su familia decidieron adoptar a un perrito llamado Spike, hace más de nueve años, con la intención de brindarle un hogar amoroso.
Spike siempre demostró ser un perro lleno de mucha energía, le encantaba correr durante horas y perseguir la pelota de tenis por todas partes. Pero por la noche, cuando llegaba la hora de descansar, siempre subía las escaleras para compartir la cama con su familia y dormir acurrucado entre ellos.
Ahora Spike tiene 14 años y a medida que van pasando los días, sus movimientos se hacen más lentos y le impiden realizar diferentes actividades.
En una ocasión, sus padres estaban muy asustados porque pensaron que lo perderían después de sufrir dos derrames cerebrales, pero Spike no estaba listo para marcharse.
Lamentablemente, después de sufrir el segundo derrame cerebral Spike no lograba pararse, pero su familia decidió ayudarlo a mover por toda la casa para animarlo. Spike tenía una fuerza interior inquebrantable, por lo que con mucho esfuerzo aprendió a caminar de nuevo por sí mismo.
Sin duda, el más dedicado es el padre de Spike, ya que tiene un cuidado especial para asegurarse de que su viejo amigo se sienta cómodo.
El hombre lo cuida muy bien, le lleva agua, comida y lo alimenta con su mano para asegurarse de que obtenga todos los nutrientes necesarios.
Fuente: SraBigotes.