Niños y niñas migrantes aprenden a boxear en Tamaulipas

La incertidumbre y la monotonía que se vive en el campamento migrante de Reynosa ha sido rota a base de golpes de boxeo, gracias a que un venezolano decidió abrir una escuelita de box para los niños de Centroamérica que están a la espera de que Estados Unidos les abra las puertas.

“Esto nació haciendo un saco de boxeo hecho con ropa, yo me puse acá a entrenar, me gusta entrenar ya que no hacía nada. Nació el saco, me comenzaron a llegar los niños y de ahí creció todo, aproximadamente tengo 65 niños anotados en mi cuaderno”, declaró a EL SOL DE TAMPICO, Alfredo José Uzcátegui Morales, de 29 años, originario de Maracaibo, Venezuela.

“Tengo de Costa Rica, Honduras, Guatemala, de varios países, El Salvador”, agregó.

ESCUELITA DE BOX AL AIRE LIBRE EN REYNOSA, TAMAULIPAS

El maestro venezolano, quien montó su escuelita a menos un kilómetro de distancia del Puente Internacional Reynosa-Hidalgo -que enlaza a Reynosa con McAllen-, tiene la intención de que los pequeños que no van a la escuela formalmente y que carecen de actividades lúdicas, aprendan algo y se formen con disciplina.

“Realmente estoy sorprendido con muchos niños, no respetan, hablan horrible ya, la diferencia de que yo vengo de una cultura diferente, me enseñaron a respetar; trato de enseñarles disciplina a los niños, trato de mantenerlos ocupados”, explicó.

Antes de dar clases los niños que viven en la plaza de la República se iban a dormir entre la 1:00 y las 2:00 horas, ahora con las clases de boxeo y después de liberar tanta energía descansan a partir de las 22:00 horas.

“Las madres me los traen para que les enseñen, me han querido pagar y yo les digo, ‘no, está bien, esto es gratuito’. No voy a cobrar nada”, apuntó.

Actualmente está siendo apoyado por los pastores cristianos, quienes le regalaron dos sacos para boxeo y 20 pares de guantes, además de alimento y agua.

“Necesito vendas, quiero proteger lo que es la muñeca cuando le peguen al saco, necesito otros pares de guantes, necesito cabeceras, necesito ‘armaduras’ para proteger las patadas”, informó.

¿SURGIRÁN GRANDES BOXEADORES DE LOS NIÑOS MIGRANTES?

José no duda que algunos de sus alumnos en un futuro se conviertan en boxeadores de talla internacional, cree que es cuestión de que a ellos como a los migrantes se les dé la oportunidad.

“Tengo niños superdotados que no han venido, te puedes quedar sorprendida en la manera en cómo lo hacen. Todo lo hago por ellos porque realmente se lo merecen, hay que poner un granito de arena, creo que van a salir peleadores de acá”, afirmó.

El maestro que compitió en 15 peleas profesionales desde los 14 a los 18 años, fue un militar preso por desobedecer al régimen de Nicolás Maduro, lo que lo orilló a emigrar hacia los Estados Unidos, por el momento espera reunir dinero para avanzar en su solicitud de asilo.

Rodeado de niños que no paran de sonreír cuando están con él, pide a la comunidad que les donen jugos y alimentos no perecederos, ya que hay pequeños boxeadores que quieren practicar, pero con el estómago vacío y eso es algo que no va a permitir.

Los niños y niñas migrantes se han convertido en una de las más dolorosas caras de este fenómeno social, quienes se han puesto los guantes en la frontera de Tamaulipas para encarar la vida y salir adelante pese a toda adversidad.

Fuente: El Sol de Tamaulipas