Alma Yolanda: Madre, sobreviviente, guerrera y emprendedora

 

#Matamoros | No cabe duda que cuando existe la voluntad las cosas suceden y para el que cree, todo es posible.

Y para muestra la historia de vida de una mujer originaria de Guadalcazar, San Luis Potosí y con domicilio fijo desde hace 35 años en esta ciudad fronteriza.

Su nombre es Alma Yolanda Huerta Vázquez de 46 años, quien dijo haber llegado desde pequeña a Matamoros y tras haber emprendido un viaje a Miami, Florida; decidió quedarse por 18 años en el vecino país de Estados Unidos de América.

Finalmente por cuestiones del destino, ella se regresó junto con su familia y tras superar un grave padecimiento renal al recibir un transplante de riñón de su propio hijo y recuperarse; decidieron poner en marcha un negocio familiar del oficio aprendido allá.

Cuidado, mantenimiento y decoración de suculentas, cactus y jardines en pequeño; fue lo que la señora Alma junto con su esposo y sus hijos ahora realizan como actividad extra para ganarse la vida honradamente.

«Soy una mujer más que bendecida. Gracias a Dios y a mi hijo y toda mi familia estoy aquí. Luego de haber estado por 18 años en estados unidos, nos venimos para acá y hace un año recibí el transplante de riñón de mi hijo. Y aquí seguimos adelante con este negocio de lo que aprendimos allá; algo diferente y muy bonito que ofrecemos a la gente ‘, comentó la mujer.

Explicó que su negocio se llama «Pedacito de Cielo» y se ubican en la colonia Tierra y Libertad, donde dan atención personalizada a los clientes que los contactan.

Por su parte el hijo de la señora Alma Yolanda, Manuel Alejandro Mata Huerta de 24 años, quien también es esposo y padre de familia; dijo que el amor para con su madre lo llevó a tomar la desición de ser el donador:

«Miraba cono mi mamá se estaba deteriorando en su salud por las sesiones de diálisis. Los doctores la tenían en proceso para ser beneficiaria para donación de un riñón pero es algo muy tardado. Yo tomé la decisión y aunque al principio ella no quería, los médicos le explicaron que todo estaría bien al gozar yo buena salud y además ser una oportunidad de vida para ella. Gracias a Dios todo salió bien » expresó el joven.

Por último, para Esmeralda Mata Huerta de 21 años hija de la señora Alma; la prioridad es apoyar a su madre en todo, principalmente en el negocio familiar donde también participa su padre, además de servir a Dios en una iglesia donde se reúnen.

«Estoy feliz y agradecida con Dios de tener a mi madre que es un verdadero ejemplo a seguir. Doy gracias a Dios por mi padre, mi hermano y toda mi familia con los que puedo contar. Y como puede ver aquí estamos en este día de las madres trabajando para dar una opción diferente a las personas «, comentó.

La familia Mata Huerta puso un puesto sobre la avenida Roberto Guerra frente a la escuela primaria «Cuauhtémoc ‘, donde exponen su trabajo y ofrecen su mercancía.

Literalmente, es así como ellos llevaron «Un pedacito de Cielo» a la colonia Treviño Zapata de esta ciudad.

Por: Pedro Pablo Arellano.