Integrantes de la asociación civil “H2O Lerma con Encanto” depositaron cuatro toneladas de cascarones de huevo en el río Acalote, en Capulhuac, Estado de México, con el objetivo de ayudar a su limpieza.
La organización pidió a los ciudadanos recolectar y triturar los cascarones para luego arrojarlos al río.
Este afluente recibe descargas de agua domiciliaria y municipal, incluyendo de un rastro, lo que contribuye a su contaminación.
Elvia Arias Ortega, fundadora de la agrupación, explicó que la estrategia busca mejorar la calidad del agua en el río y otros afluentes conectados en la región. La contaminación no solo afecta el río, sino que también se infiltra en el subsuelo y afecta el agua potable extraída de pozos.
El huevo, un alimento básico en la dieta mexicana, ofrece una solución innovadora: sus cascarones ayudan a alcalinizar el agua, lo que mejora su calidad al formar aglomeraciones que retienen contaminantes orgánicos.
Verónica Martínez Miranda, investigadora del Instituto Interamericano de Tecnología y Ciencias del Agua (IITCA) de la UAEMex, explicó que este proceso contribuye a la recuperación del agua de manera sencilla y eficiente.
El proyecto contó con la participación de activistas, científicos, estudiantes y vecinos, quienes trabajaron de manera voluntaria. Arias Ortega sugirió que, aunque esta iniciativa es ciudadana con respaldo científico, podría recibir apoyo gubernamental para reducir la contaminación en ríos y lagos.
“Es urgente que se construyan plantas tratadoras. Nuestra demanda puede impulsar a las autoridades a dar la importancia necesaria al problema, demostrando nuestro interés en la mejora del medio ambiente”, concluyó Arias Ortega.
Fuente: Milenio.