Donald Trump, el controversial empresario y político republicano, ha vuelto a hacer historia al convertirse en el 47º presidente de Estados Unidos. Tras una reñida contienda, su triunfo se confirmó este miércoles 6 de noviembre al superar a la vicepresidenta demócrata Kamala Harris con 277 votos del Colegio Electoral, 7 más de los necesarios, frente a los 224 de su rival.
La victoria de Trump se selló con la conquista del estado clave de Wisconsin, un campo de batalla donde la competencia estuvo al filo hasta el último momento. Esta elección ha sido una de las más intensas en la historia reciente, marcada por acusaciones, tensiones políticas, y, sorprendentemente, dos intentos de asesinato contra el candidato republicano.
Trump celebró su retorno en Palm Beach, acompañado por su familia y miembros de su equipo de campaña. En su discurso de victoria, de poco menos de media hora, prometió trabajar por la unidad y reafirmó su compromiso de poner a Estados Unidos en primer lugar. «El éxito nos va a unir, y vamos a empezar poniendo a Estados Unidos en primer lugar. No los defraudaré», afirmó el nuevo presidente, despertando vítores y aplausos entre sus simpatizantes.
Esta elección, como marca la ley estadounidense, se definió por el Colegio Electoral, un órgano integrado por 538 delegados que representa a cada estado según su población. En la mayoría de los estados, el candidato que obtiene la mayoría se lleva todos los votos electorales, con la excepción de Maine y Nebraska. Trump alcanzó la cifra decisiva de 270 votos al ganar en estados críticos del Medio Oeste y el sur del país, lo que terminó inclinando la balanza a su favor.
Un regreso polémico y turbulento
El camino de Trump hacia su segundo mandato no ha sido fácil. En los últimos años, nunca reconoció formalmente su derrota en las elecciones de 2020, y su rechazo a aceptar esos resultados provocó una serie de tensiones y hechos violentos, incluyendo la insurrección en el Capitolio. Desde entonces, ha enfrentado juicios, fue condenado por delitos graves, y ha lidiado con múltiples intentos de acallar su voz. Sin embargo, su regreso a la Casa Blanca demuestra que su apoyo en sectores clave del país permanece firme.
Trump asume su nuevo mandato en un momento de gran polarización en Estados Unidos, y la expectativa de los próximos pasos de su administración ya genera reacciones de todo tipo en el panorama nacional e internacional. ¿Podrá Trump cumplir su promesa de unir a los estadounidenses y «hacer de Estados Unidos un lugar mejor»? Solo el tiempo lo dirá, pero el mensaje del presidente está claro: viene decidido a liderar con fuerza y determinación.
Con información de El Financiero