Al cumplirse este miércoles el 168 aniversario del otorgamiento de las declaraciones de Leal, Invicta y Heroica Matamoros, el alcalde Mario Alberto López Hernández dijo que como antaño, este gobierno municipal construye de manera transversal al nuevo Matamoros, en donde se da fortaleza a través del diálogo y las acciones y de destierra el tribalismo, el enfrentamiento de grupos.
Esta importante ceremonia sobre la historia de Matamoros se realizó en el emblemático Fuerte Casamata, el Presidente Municipal fue acompañado por su esposa Marsella Huerta de López, por integrantes del Cabildo y por funcionarios de su gabinete.
En ese marco los alumnos Karla Miranda Delgado, Oliver Sánchez García y Melani Rivera Rivera, de la escuela secundaria técnica Tamaulipas, hicieron un pasaje por la historia de Matamoros destacando que en 1851 el Congreso del Estado declaró a Matamoros como Invicta y Heroica y cinco meses más tarde el Congreso Federal, la declaró como Ciudad Leal.
También estuvieron presentes: María Elena Flores Montalvo, titular del CREDE y César Noé Garza García, coordinador de la Región III del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación.
En la ceremonia de aniversario de los títulos otorgados a Matamoros, los jóvenes Flor y Luis Richard Espinoza Montalvo, ganadores del segundo lugar de corridos revolucionarios en Matamoros, entonaron “Corrido de Zapata” y “Mañanitas de José Silva Sánchez”.
Enseguida el alcalde Mario Alberto López Hernández dirigió un mensaje en el que se refirió al importante significado de tres palabras “Leal, Invicta y Heroica” que han dado forma, vida y sustancia a Matamoros.
Matamoros agregó, se ha caracterizado por ser una ciudad que destaca en los libros de historia de México porque aquí se gestaron batallas para defender la patria; aquí se gestó el Primer Reparto Agrario.
Y aquí nosotros refrendamos la continuidad y darle fortaleza a través de nuestras acciones, de nuestras conductas; estado unidos y desterrando el tribalismo; superando nuestros problemas a través del diálogo, de los consejos y no de la diatriba ni de la desacreditación porque todo ello no abona en la construcción de un pueblo.