México conquista el bronce en la Copa del Mundo de Trampolín en Bakú

Un momento histórico bajo los reflectores de Bakú

En un escenario que parecía sacado de un sueño, México escribió su nombre con letras doradas en la historia de la gimnasia de trampolín. Este domingo, en la vibrante ciudad de Bakú, Azerbaiyán, la dupla formada por Donovan Guevara y Saúl Zúñiga ascendió al podio en la Copa del Mundo, llevándose consigo una medalla de bronce que resonará en los corazones de todo un país.

El vuelo perfecto hacia la gloria

Con una precisión que parecía desafiar las leyes de la gravedad, los deportistas mexicanos lograron una puntuación de 48.650 en la prueba de sincronizado varonil. Cada salto, cada giro, cada aterrizaje fue una muestra de dedicación y pasión, un esfuerzo que los colocó en el tercer puesto y les aseguró la codiciada presea. El mundo contuvo la respiración mientras Japón se alzaba con el oro (51.540 puntos) y Kazajistán se quedaba con la plata (50.950 puntos). Pero México, con su bronce, brilló con luz propia.

El reconocimiento de una nación

El Comité Olímpico Mexicano (COM) y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) no tardaron en alzar sus voces para celebrar este triunfo. En sus redes sociales, el COM declaró: “¡Histórico podio para México! Donovan Guevara y Saúl Zúñiga se cuelgan la medalla de bronce en trampolín sincronizado en la Copa del Mundo de Trampolín FIG 2025 en Bakú, Azerbaiyán. Con 48.650 puntos, suman un resultado clave para la gimnasia nacional”. Por su parte, la Conade añadió: “Donovan Guevara y Aldo Zúñiga logran la medalla de bronce en la prueba sincronizado varonil de la Copa del Mundo de Gimnasia de Trampolín en Bakú, Azerbaiyán”.

Un legado que trasciende fronteras

Con este logro, México no solo se posicionó en el tercer escalón del podio, sino que también dejó atrás a potencias como Azerbaiyán (48.200 puntos) y Argelia (33.180 puntos). Este triunfo no es solo una medalla; es un mensaje al mundo de que la gimnasia mexicana está lista para volar más alto que nunca. El destino de un país se escribió en el aire, y hoy, Donovan Guevara y Saúl Zúñiga son los héroes que lo hicieron posible.