Santiago de la Fuente, el héroe accidental del México Open

El único mexicano que no se rindió (o al menos no del todo)

En un giro que nadie vio venir, Santiago de la Fuente se convirtió en la última esperanza de México en el México Open. Sí, el único que logró superar el corte y avanzar a las últimas rondas del torneo del PGA Tour. ¿Qué tan mal estaban los demás? Bueno, mejor no preguntes.

Un día de altibajos digno de una montaña rusa

De la Fuente, quien el jueves nos hizo creer que era el próximo Tiger Woods al terminar con 4 golpes bajo el par (gracias a un águila en el hoyo 18), decidió ayer que mantener la consistencia era demasiado aburrido. Empezó su ronda con un bogey, seguido de un doble bogey en el hoyo 12. ¿Y qué hizo después? Pues, como cualquier buen jugador, respondió con 5 birdies para terminar con 72 golpes, uno arriba del par. ¿Estrategia? No, simplemente caos controlado.

Con un score global de 139 (-3), De la Fuente se colocó en el puesto 65, empatado con otros 12 competidores, incluyendo al campeón defensor Jake Knapp. ¿Coincidencia? Probablemente. ¿Digno de un meme? Absolutamente.

Los otros mexicanos: un desfile de “casi, pero no”

Mientras De la Fuente luchaba por mantenerse a flote, los otros mexicanos decidieron que el corte era un buen lugar para tomarse un descanso. Álvaro Ortiz y Cristóbal Islas terminaron con 140 golpes (-2), Gerardo Gómez con 141 (-1), y José Antonio Safa con 146 (+4). Vamos, ni siquiera se esforzaron por dar un poco de drama.

El sudafricano que robó el show

Mientras los mexicanos luchaban por no desmayarse en el campo, el sudafricano Aldrich Potgieter decidió que era hora de brillar. Con una tarjeta de 61 golpes (10 bajo par), igualó el récord de Jon Rahm en 2023 y se colocó como líder con un acumulado de 126 (-16). ¿Qué estaba comiendo este tipo? Porque claramente no eran tacos.

En resumen, el México Open nos dejó con un héroe inesperado, un montón de “casi logros” y un sudafricano que parece haber descubierto cómo hackear el golf. ¿Qué más se puede pedir?