William Byron gana el Daytona 500 entre caos, lluvia y la sombra de Trump

William Byron, el afortunado de Daytona

Oh, sí, William Byron, el chico de oro de Hendrick Motorsports, logró su segunda victoria consecutiva en el Daytona 500. ¿Cómo? Sobreviviendo a una serie de accidentes que parecían sacados de una película de acción de bajo presupuesto. Porque, claro, ¿qué sería de Daytona sin un poco de caos, destrucción y autos volando por los aires?

El caos en las últimas vueltas

En la novena posición, con una vuelta restante, Byron se convirtió en el primer ganador consecutivo desde Denny Hamlin en 2019-20. ¿Cómo lo hizo? Aprovechando otro accidente en la vuelta final, porque, obviamente, NASCAR decidió que la bandera amarilla no era necesaria. ¿Para qué detener la diversión cuando puedes dejar que los autos sigan chocando mientras compiten por la meta? Byron, con la sangre fría de un piloto que sabe que la suerte está de su lado, quemó llantas como si fuera su trabajo diario.

Lluvia, retrasos y… ¿Donald Trump?

Pero no todo fue tan sencillo. Dos retrasos por clima sumaron más de tres horas y media de espera. Y, por si fuera poco, el expresidente Donald Trump estaba allí, listo para ver el resto de la carrera después de liderar a los pilotos en dos vueltas alrededor de la pista en su limusina presidencial, conocida cariñosamente como “La Bestia”. Porque, claro, ¿qué mejor manera de disfrutar de una carrera que con un exmandatario dando vueltas en un vehículo blindado?

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Hendrick Motorsports hace historia

Hendrick Motorsports ganó su décima carrera Daytona 500, rompiendo el empate con Petty Enterprises. Byron, modesto como siempre, dijo: “Simplemente fui afortunado de que funcionara a nuestro favor. ¿Loco? Sí. No puedo creerlo, pero aquí estamos”. Ah, la humildad de un ganador que sabe que el caos fue su mejor aliado.

Accidentes, volteretas y banderas rojas

No sería Daytona sin los feroces accidentes tardíos. Con cuatro vueltas restantes, Ryan Preece volcó su Ford No. 60, haciendo un caballito digno de un circo. Su auto giró sobre el techo y volvió a caer sobre sus llantas antes de chocar contra la pared. Preece, afortunadamente, salió ileso y bajó su red de seguridad para señalar que estaba bien. Porque, claro, ¿qué sería de una carrera sin un poco de drama?

Bubba Wallace, Kyle Larson, Daniel Suárez y Brad Keselowski vieron arruinadas sus oportunidades de llegar a la zona de ganadores. La carrera fue interrumpida con bandera roja, solo 11 vueltas después de otro gran accidente que reordenó el grupo y eliminó a cuatro campeones anteriores de la Cup Series. Joey Logano y Ricky Stenhouse iniciaron el choque de varios autos, y el efecto acordeón hizo que varios autos patinaran en todas direcciones. Kyle Busch terminó en una grúa, extendiendo su racha a 0 de 20 en “La Gran Carrera Americana”.

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El podio y la reflexión final

Tyler Reddick fue segundo y el dos veces campeón del Daytona 500, Jimmie Johnson, fue tercero. Byron, Reddick y Johnson subieron al podio, pero la verdadera estrella fue el caos que reinó en Daytona. Porque, al final del día, ¿qué sería de una carrera sin un poco de locura, destrucción y la sombra de un expresidente dando vueltas en una limusina blindada?