Ciudad del Vaticano. – En medio de una delicada crisis de salud que ha mantenido en vilo a millones de fieles en todo el mundo, el Papa Francisco reapareció en redes sociales con un mensaje de aliento y esperanza: «¡No tengan miedo!».
El Santo Padre, de 88 años, ha permanecido hospitalizado durante la última semana debido a una grave infección pulmonar que ha complicado su estado general. Según fuentes del Vaticano, Francisco ha requerido transfusiones de sangre y tratamiento con oxígeno de alto flujo tras una crisis respiratoria asmática que lo dejó en estado crítico.
Preocupación por su estado de salud
Los médicos que lo atienden han advertido que la principal amenaza para su recuperación es el riesgo de sepsis, una infección en la sangre que puede derivar de la neumonía que enfrenta. En su más reciente actualización, la Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que el Pontífice sigue en estado crítico, aunque consciente y alerta. «El Santo Padre sigue alerta y ha pasado el día en un sillón, aunque con más dolor que ayer. Por el momento, el pronóstico es reservado», indicó el comunicado oficial.
A pesar de la gravedad de su situación, el Papa quiso dirigirse a los fieles a través de su cuenta en la red social X, donde subrayó la importancia de mantener la alegría y la fe durante las celebraciones del Año Santo, que continúan en el Vaticano sin su presencia física.
Solidaridad y apoyo global
El mensaje de Francisco conmovió a miles de creyentes, quienes han inundado las redes con plegarias y muestras de apoyo. Mientras tanto, el personal médico sigue monitoreando de cerca su evolución, aunque han señalado que la recuperación será lenta y aún no está fuera de peligro.
La salud del Papa ha sido motivo de preocupación en los últimos años, con varias hospitalizaciones por problemas respiratorios y una intervención quirúrgica intestinal. Sin embargo, su fortaleza y determinación continúan inspirando a la comunidad católica mundial.
Por ahora, el Vaticano mantiene informados a los fieles sobre la evolución del estado de Francisco, mientras las oraciones por su pronta recuperación no cesan.