Empleados federales reciben otro correo para justificar su existencia

El drama de los correos electrónicos que nadie pidió

Imagina esto: es sábado, estás en tu sofá, viendo tu serie favorita en Netflix, y de repente… ¡pum! Llega un correo electrónico de tu jefe preguntándote qué hiciste la semana pasada. ¿Suena familiar? Bueno, pues los empleados federales están viviendo esa pesadilla, pero con un giro: el remitente es nada más y nada menos que Elon Musk, el tipo que quiere colonizar Marte pero no puede evitar meterse en los asuntos terrenales.

El plan de Musk y Trump: ¿eficiencia o caos?

Resulta que el dúo dinámico de Donald Trump y Elon Musk decidió que los empleados federales necesitan justificar su existencia con una lista de cinco tareas completadas. Sí, como si fueran influencers compartiendo sus logros en Instagram. Musk, quien parece estar obsesionado con reducir el tamaño del gobierno (y, por qué no, despedir a medio mundo), amenazó con despedir a cualquiera que no respondiera. Spoiler: muchos no lo hicieron.

“Es un chequeo de pulso para asegurar que tienen un pulso y dos neuronas”, dijo Musk en la reunión del gabinete de Trump. Porque, claro, nada dice “liderazgo inspirador” como comparar a tus empleados con zombis.

El segundo correo: más presión, menos claridad

Ahora, los empleados federales están a punto de recibir otro correo, pero esta vez con un giro: no será enviado por la Oficina de Administración de Personal, sino por las agencias individuales. ¿El objetivo? Facilitar la disciplina de los empleados que no respondan. O sea, básicamente, un “te estamos vigilando, así que responde o prepárate para las consecuencias”.

Y aquí viene lo mejor: las agencias de seguridad nacional ni siquiera saben cómo manejar esto, porque gran parte de su trabajo es clasificado. ¿Qué van a poner? “La semana pasada, evité que el país colapsara, pero no puedo dar detalles. Gracias por su comprensión”.

Trump no está “entusiasmado”

Por su parte, Trump no ocultó su descontento con los empleados que no respondieron al primer correo. “Están en la cuerda floja”, dijo, como si estuviera dirigiendo un reality show en lugar de un país. Aunque, pensándolo bien, a veces parece que sí lo está.

En resumen, este nuevo correo es como ese mensaje de tu ex que no sabes si responder o ignorar. Pero en este caso, ignorarlo podría costarte el empleo. Así que, empleados federales, prepárense para justificar su existencia… otra vez.