Juez exige a Trump descongelar fondos de ayuda exterior en menos de 48 horas

El drama de los fondos congelados: cuando la ayuda exterior se convierte en un thriller legal

Imagina esto: un juez federal, con más paciencia que un profesor de yoga, le dice a la administración de Donald Trump: “Oigan, chicos, tienen menos de 48 horas para liberar miles de millones de dólares en ayuda exterior“. Sí, porque, aparentemente, el gobierno no había mostrado ni una pizca de interés en cumplir con una orden judicial emitida hace casi dos semanas. ¿Qué tal ese nivel de desinterés? Como cuando tu ex te deja en visto por décima vez.

USAID y el Departamento de Estado: los protagonistas de este culebrón

El juez federal de distrito, Amir H. Ali, entró en escena como el héroe de esta historia, dictando sentencia en una demanda presentada por organizaciones sin fines de lucro. Estas, por cierto, estaban más que molestas porque la asistencia exterior a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Departamento de Estado se había interrumpido. ¿La razón? Una orden ejecutiva emitida por Trump el 20 de enero, que básicamente decía: “Programas dispendiosos, fuera”. Porque, claro, ¿quién necesita ayuda humanitaria cuando puedes tener drama político?

Los grupos sin fines de lucro, que dependen de estos fondos federales para trabajar en el extranjero, argumentaron que el congelamiento no solo violaba la ley federal, sino que también interrumpía la financiación de programas que, literalmente, salvan vidas. Pero, ¿quién necesita salvar vidas cuando puedes tener una buena pelea legal, verdad?

El gobierno de Trump: el villano recurrente

Esta no es la primera vez que el gobierno de Trump se mete en problemas por no cumplir órdenes judiciales. El juez del tribunal federal de distrito John McConnell en Rhode Island también determinó este mes que la administración no había descongelado completamente las subvenciones y créditos federales dentro de Estados Unidos. A pesar de que el juez había bloqueado planes para una pausa de varios billones de dólares en gastos gubernamentales, el gobierno seguía actuando como si las órdenes judiciales fueran sugerencias opcionales. ¿Alguien dijo “rebeldía”?

Así que aquí estamos, viendo cómo la ayuda exterior se convierte en el centro de un drama legal digno de una serie de Netflix. Y mientras tanto, los socios de USAID y el Departamento de Estado siguen esperando esos miles de millones de dólares que, según ellos, ya se les debían. Porque, claro, ¿qué sería de la política sin un poco de caos y controversia?

“Es como cuando tu jefe te promete un aumento y luego te dice que ‘lo está considerando’ por décima vez. Pero, en este caso, estamos hablando de vidas en juego.”

En fin, el mundo sigue girando, los fondos siguen congelados, y nosotros seguimos aquí, esperando a ver cuándo terminará este episodio de La Casa de los Fondos Congelados. ¿Alguien tiene palomitas?