Francia.- Como bien sabes, el deber de los padres es cuidar, proteger, dar cariño y atender las necesidades de los hijos. Sin embargo, tristemente en muchas ocasiones los pequeños pasan a segundo término y son abandonados a su suerte.
Recientemente se dio a conocer que en Francia un hombre fue condenado a tres meses de prisión luego de que la corte se enterara que alimentaba a sus hijos sólo con Coca-Cola y pastelitos rellenos.
De acuerdo con información de medios locales, el condenado se gastaba en pocos días la ayuda social en alcohol y sólo le alcanzaba para comprar la bebida y brownies.
Carole Pepon, representante de la asociación French Victims 87, señaló que el hombre no sabe leer, escribir, ni contar.
El departamento donde vivían no contaba con elementos básicos. No había refriguerador, camas, comida, ni juguetes.
Dado la falta de cuidado, los dos menores mostraban serios problemas de desarrollo tanto mental como físico.
Al mayor tuvieron que extraerle siete dientes que se le habían podrido a causa del azúcar, mientras que el menor no ha aprendido a hablar.
Actualmente los niños se encuentran en familias de acogida y están recibiendo una alimentación adecuada y saludable. Pronto serán sometidos a una evaluación psicológica y médica para determinar el daño que les causó el estilo de vida.
Fuente: Excélsior