Otorgan el Nobel de la Paz a Nihon Hidankyo, grupo de sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki

El Premio Nobel de la Paz 2024 fue concedido a Nihon Hidankyo, una organización japonesa compuesta por sobrevivientes de la bomba atómica, por sus esfuerzos “para lograr un mundo libre de armas nucleares”.

El Comité Nobel noruego elogió al grupo “por demostrar, a través de testimonios de testigos, que las armas nucleares nunca deben volver a ser utilizadas”.

La organización, también conocida como Hibakusha, fue formada por sobrevivientes de las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945.

“Un día, los sobrevivientes de la bomba atómica de Hiroshima y Nagasaki ya no estarán entre nosotros como testigos de la historia”, dijo el comité al anunciar su decisión en Oslo el viernes.

“Pero con una fuerte cultura de la memoria y un compromiso continuo, nuevas generaciones en Japón están llevando adelante la experiencia y el mensaje de los testigos”, añadió.

“Los hibakusha nos ayudan a describir lo indescriptible, a pensar lo impensable y a comprender de algún modo el incomprensible dolor y sufrimiento que causan las armas nucleares”, agregó el comité.

Dan Smith, director del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (Sipri, por sus siglas en inglés), dijo a CNN que estaba “encantado” de que los Hibakusha hubieran sido galardonados con el premio de este año.

“Como dijeron los líderes soviéticos y estadounidenses Gorbachov y Reagan en 1985, una guerra nuclear nunca se puede ganar y nunca se debe luchar. Los Hibakusha nos lo recuerdan cada día”, comentó Smith.

“La bomba de Nagasaki fue la segunda vez que se utilizó un arma nuclear en una guerra: ¡Qué sea la última vez!”.

Alrededor de 80.000 personas murieron en el acto cuando Estados Unidos lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945. Robert Lewis, copiloto del Enola Gay que lanzó la bomba, supuestamente dijo en el momento: “Dios mío, ¿qué hemos hecho? Dios mío, ¿qué hemos hecho?”.

Tres días después, EE.UU. lanzó una segunda bomba sobre Nagasaki, matando a unas 70.000 personas. En los años siguientes, decenas de miles de personas murieron en ambas ciudades por la radiación de la explosión.

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Foto tomada a unos diez kilómetros del lugar de la explosión de Nagasaki. Según el Museo de la Bomba Atómica de Nagasaki, el fotógrafo Hiromichi Matsuda tomó esta foto 15 minutos después del ataque. Archivo Histórico Universal/Getty Images

Supervivientes “descuidados”

Los miles de supervivientes, muchos de los cuales sufrieron graves lesiones y enfermedades por radiación, pasaron a ser conocidos como “hibakusha”, que se traduce como «personas afectadas por la bomba». Existe incluso un término, “niju hibakusha”, para referirse a las más de 160 personas que estuvieron presentes tanto en Hiroshima como en Nagasaki.

“El destino de los que sobrevivieron a los infiernos de Hiroshima y Nagasaki fue ocultado y descuidado durante mucho tiempo”, afirma el comité.

En 1956, los grupos locales de hibakusha empezaron a unirse, formando la organización conocida hoy como Nihon Hidankyo. A lo largo de las décadas, ha recopilado miles de testimonios y envía delegaciones anuales a las Naciones Unidas y a conferencias de paz, presionando por el desarme nuclear.

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Shigemitsu Tanaka, sobreviviente a la bomba lanzada por Estados Unidos en Nagasaki, Japón de 1945

El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, elogió la decisión del comité. “Es extremadamente significativo que el premio se conceda a una organización que lleva muchos años trabajando por la abolición de las armas nucleares”, declaró el viernes durante una visita a Laos.

El galardón de este viernes es el 105º que se concede desde 1901. Nihon Hidankyo, el 141º reconocido, recibirá un reconcimiento de alrededor de un millón de dólares.

El comité declaró que su decisión está “firmemente anclada” en el testamento de Alfred Nobel, que establece tres criterios para la concesión del premio:“el mejor trabajo por la fraternidad entre las naciones, por la abolición o reducción de los ejércitos permanentes y por la celebración y promoción de congresos de paz”.

Aunque el testamento se redactó antes de la creación de las armas nucleares, el premio Nobel de la Paz se ha concedido anteriormente a personas y grupos implicados en el desarme nuclear.

La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares ganó el premio en 2017. En 1995, se concedió a las Conferencias Pugwash sobre Ciencia y Asuntos Mundiales y al físico Joseph Rotblat, el único científico que abandonó el Proyecto Manhattan en el Laboratorio de Los Álamos por motivos morales.

Tabú nuclear ahora “bajo presión”

El comité elogió a Nihon Hidankyo por ayudar a mantener el tabú nuclear, que describió como “una condición previa para un futuro pacífico para la humanidad”. Señaló que la decisión destacaba el alentador hecho de que no se ha utilizado un arma nuclear en una guerra en casi 80 años.

Sin embargo, reconoció que el premio de este año ha sido concedido en un momento en que este tabú contra el uso de armas nucleares está bajo presión”.

“Las historias y testimonios de los Hibakusha son un importante recordatorio de lo inaceptable que es el uso de armas nucleares”, dijo Jørgen Watne Frydnes, presidente del comité, al anunciar el premio.

En la evaluación anual de este año sobre el estado de los armamentos, el Sipri informó que los nueve Estados con armas nucleares -Estados Unidos, Rusia, el Reino Unido, Francia, China, la India, Pakistán, Corea del Norte e Israel- “siguieron modernizando sus arsenales nucleares y varios desplegaron nuevos sistemas de armas nucleares o con capacidad nuclear en 2023”.

Para enero de 2024, el Sipri calculaba que hay 12.121 ojivas nucleares en todo el mundo, de las cuales unas 9.585 se encuentran en arsenales militares para su posible uso.

“Aunque el total mundial de ojivas nucleares sigue disminuyendo a medida que se desmantelan gradualmente las armas de la era de la Guerra Fría, lamentablemente seguimos observando aumentos interanuales en el número de ojivas nucleares operativas”, declaró Smith. “Esta tendencia parece que continuará y probablemente se acelerará en los próximos años y es extremadamente preocupante”.

Desde que lanzó su invasión a gran escala de Ucrania en 2022, el presidente Vladimir Putin ha amenazado repetidamente a Occidente con utilizar armas nucleares. Las principales potencias occidentales, entre ellas Estados Unidos y Alemania, se han negado a enviar a Kyiv armas particulares -o a permitirles atacar en profundidad en territorio ruso- por temor a una escalada nuclear.

El mes pasado, Putin dijo que Rusia revisaría su doctrina nuclear, lo que podría rebajar los límites para el uso de armas nucleares por parte de Moscú.

Fuente: CNN

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