El Papa Francisco, neumonía y bendiciones: un drama con toque celestial

El Papa, su neumonía y la bendición que no fue

Ah, el Papa Francisco, ese hombre que no solo carga con el peso de la Iglesia Católica, sino también con una neumonía bilateral que lo tiene en el hospital Gemelli. Este domingo, mientras el mundo esperaba su bendición semanal, el pontífice decidió que no, que esta vez no. ¿Por qué? Porque, al parecer, incluso una breve aparición pública desde su suite de lujo en el décimo piso era demasiado esfuerzo. ¡Qué detalle! En su lugar, el Vaticano nos obsequió con un mensaje escrito, porque, claro, ¿para qué molestarse en aparecer cuando puedes delegar?

Un mensaje lleno de… ¿solidaridad?

En su nota, Francisco agradeció a sus médicos (porque, obviamente, ellos son los héroes aquí) y a todos los que le enviaron buenos deseos y oraciones. También aprovechó para rezar por la paz en Ucrania y otros lugares, porque, según él, “desde aquí la guerra parece aún más absurda”. ¡Vaya revelación! ¿Quién lo hubiera pensado? La guerra es absurda, especialmente cuando estás en un hospital de cinco estrellas con vista panorámica.

Pero no todo es ironía. Francisco también habló de su hospitalización como una experiencia de “profunda solidaridad” con los enfermos y sufrientes del mundo. Sí, porque nada dice “solidaridad” como una suite privada en un hospital de élite. Aunque, para ser justos, el Papa sí mencionó que está aprendiendo a confiar más en el Señor en estos momentos de fragilidad. ¡Qué conmovedor! Aunque uno no puede evitar preguntarse si el Señor también está pagando la factura del hospital.

Señales de recuperación… o no

Por tercer fin de semana consecutivo, Francisco canceló el Angelus. ¿La razón? Bueno, parece que inhalar vómito durante un ataque de tos el viernes no fue exactamente la mejor idea. Eso, sumado a su crisis respiratoria, aumentó el riesgo de una nueva infección. Pero, ¡alegrémonos! El Vaticano informó que el Papa pasó una noche tranquila, leyó los periódicos del domingo y hasta tomó café. ¡Qué vida más dura!

Además, recibió la visita del cardenal Pietro Parolin y su jefe de personal, el arzobispo Edgar Peña Parra. No sabemos de qué hablaron, pero la mera visita sugiere que Francisco no está en su lecho de muerte. Aunque, claro, los médicos siguen siendo cautelosos. Después de todo, no es fácil recuperarse de una neumonía compleja cuando tienes 88 años y una enfermedad pulmonar crónica. Pero, hey, al menos está comiendo, bebiendo y pasando 20 minutos en su capilla privada. ¡Todo un guerrero!

Las oraciones siguen llegando… y los peregrinos también

Mientras tanto, el Año Santo del Vaticano sigue en marcha, y los peregrinos no dejan de llegar. Muchos han añadido una parada en el hospital Gemelli a sus itinerarios para orar por Francisco. Porque, claro, ¿qué mejor manera de mostrar tu fe que visitar un hospital a 20 minutos del Vaticano? Incluso un grupo de jóvenes de Milán decidió cambiar la Plaza de San Pedro por el Gemelli. “Nos pareció bien venir aquí para expresar nuestra cercanía”, dijo el reverendo Riccardo Fumagalli. ¡Qué noble!

Y no podemos olvidar a Antonino Cacace, un paciente de cáncer que llegó al Gemelli para su propio tratamiento. “Me alegra que el Papa me esté ayudando”, dijo. “Estoy en el noveno piso y él está en el décimo. Espero encontrarme con él y verlo”. ¡Ah, el poder de la fe! Aunque, sinceramente, uno espera que Antonino no tenga que compartir su oxígeno con el Papa.

En resumen, el drama continúa. Francisco sigue en el hospital, el Vaticano sigue emitiendo comunicados, y el mundo sigue rezando. ¿Se recuperará pronto? Solo el tiempo (y quizás el Señor) lo dirá. Mientras tanto, seguiremos aquí, esperando la próxima actualización… y tal vez una bendición.