Después de casi un año y medio de tener las escuelas vacías en donde la naturaleza quiso reclamar su espacio y su tierra, las actividades tienen que retomar su camino y los maestros, padres de familia y alumnos, están entusiasmados por regresar a las aulas, a las rutinas en casa, al lonche de los hijos y sobre todo, al aprendizaje tradicional.
Hoy, los padres de familia acudieron a realizar una faena en terrenos hostiles llenos de maleza y hasta árboles que crecieron como si el tiempo, hubiera sido más prolongado.
Las madres de familia, también hicieron su labor dentro de las aulas y baños para que sus hijos regresen a su escuela y la vean tal y como la dejaron aquél día en donde jamás pensaron que no regresarían de esas vacaciones de semana santa, hasta estos días.
Es bonito ver fotografías en redes sociales en donde se trabaja en equipo y armonía, con esa ilusión de regresar a la normalidad. Normalidad que nos va a costar mucho tiempo y sacrificio pero por algo se empieza.
Las escuelas necesitan de las risas de los estudiantes, de los gritos de los maestros, del saludo entre docentes, directivos y padres de familia, la escuela aun que sea de manera escalonada, mixta, híbrida o como se le quiera llamar necesita de todos para que vuelva a tomar vida.
Es por eso que debemos cuidarnos, debemos de cumplir con las indicaciones de la Secretaria de Salud y evitar exponernos tanto a los contagios por Covid-19 para que pronto regresemos a la normalidad en la que tal vez, se pueda lograr.
Por: David Martínez.