La muerte de la cantante Dulce, cuyo nombre real era Bertha Elisa Noeggerath Cárdenas, ha dejado una profunda tristeza en todo México, pero especialmente en Matamoros, Tamaulipas, su lugar de origen. Sus paisanos no solo lamentan su partida, también piden que se le rinda un homenaje que honre su trayectoria y el orgullo que representó para su tierra.
Dulce nació el 29 de julio de 1954 en Matamoros. A lo largo de su carrera, destacó como cantante y puso en alto el nombre de su ciudad al ganar premios en festivales internacionales en países como España, Japón y Bulgaria. Su talento la llevó a ser una figura muy querida, no solo en Matamoros, sino en todo el país.
Tras su fallecimiento, la gente de Matamoros ha expresado su deseo de honrar su memoria con acciones como un homenaje póstumo, una placa conmemorativa o incluso una estatua en su honor. Entre los mensajes de sus seguidores destacan frases como: “Una gran voz, orgullo de los matamorenses” y “Puso en la cima el nombre de nuestra Heroica Matamoros”.
El Gobierno Municipal de Matamoros también se unió a las condolencias y expresó en un comunicado: “Nos embarga la tristeza despidiendo hoy a la cantante y actriz matamorense Dulce, quien con su voz llenó nuestros corazones y marcó generaciones. Que Descanse en Paz”.
Dulce será recordada no solo por su gran voz y sus canciones inolvidables, sino también por haber llevado con orgullo sus raíces tamaulipecas. Aunque físicamente ya no está, su legado musical y artístico vivirá para siempre en los corazones de quienes la admiraron.
Con información de: Milenio