Luis Lauro Reyes, delegado federal en la región, visitó las instalaciones donde se están instalando campamentos destinados a brindar ayuda humanitaria y orientación a los deportados. “Estamos con la instrucción de trabajar y servir a la ciudadanía. Tenemos toda la intención de servir y atender, de hacer bien las cosas en beneficio de la gente”, afirmó.
El campamento en Matamoros, que estará listo esta misma tarde con un 80 % de avance, tendrá la capacidad de albergar a tres mil connacionales. Además, se habilitarán campamentos similares en Reynosa y Nuevo Laredo para atender el flujo migratorio esperado.
Reyes destacó que, además de ofrecer un espacio seguro, se implementarán programas de apoyo enfocados en diferentes grupos, desde jóvenes hasta adultos, con la intención de facilitar su reintegración a la sociedad mexicana. El personal capacitado estará a cargo de proporcionar orientación, alimentos, atención médica y apoyo psicológico.
Se prevé que los primeros connacionales lleguen la próxima semana, lo que ha llevado a las autoridades a acelerar los trabajos para garantizar la operatividad del campamento.
Con estas medidas, Matamoros refuerza su compromiso de atender a los deportados y enfrentar los retos que traerán las nuevas políticas migratorias del gobierno de Trump.
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