Mikey Madison gana el Óscar y nos recuerda que el éxito huele a cachorritos

Mikey Madison gana el Óscar y nos recuerda que el éxito huele a cachorritos

El Óscar a Mejor Actriz para Mikey Madison por Anora fue, sin duda, el plot twist más inesperado de la noche. Y no, no es que no se lo mereciera, pero vamos, ¿quién esperaba que una chica de 25 años, con una carrera más corta que un TikTok, se llevara la estatuilla dorada? Spoiler: nadie. Pero aquí estamos, celebrando su triunfo y preguntándonos si ahora tendrá que contratar a alguien para limpiar el “mugrero” de sus cachorritos mientras ella brilla en Hollywood.

De Cannes al Óscar: el viaje de una actriz que no se lo esperaba

Madison, quien llegó a la sala de prensa con una mezcla de incredulidad y realismo millennial, confesó que últimamente ha estado pensando mucho en el futuro y en el pasado. Pero, ojo, no es que esté planeando comprar una mansión en Beverly Hills o lanzar su propia línea de ropa. No, ella está más enfocada en mantenerse presente, aunque admitió que no tiene ni idea de lo que le depara el futuro. “Solo quiero seguir haciendo películas y trabajar con gente que me inspire”, dijo, mientras probablemente pensaba en cómo limpiar la alfombra después de que sus cachorritos hicieran de las suyas.

El camino de Anora comenzó en el Festival de Cannes en mayo del año pasado, lo que ya era un sueño hecho realidad. Pero trabajar con el director Sean Baker (sí, el mismo que ganó cuatro Óscars esa noche, porque claramente estaba en modo “dios del cine”) cambió por completo a Madison. “Esta película me dio confianza como actriz y como creativa. Revitalizó mi amor por el cine”, confesó. Y claro, ¿quién no se sentiría inspirado después de trabajar con alguien que parece tener el Midas touch del cine independiente?

De “Scream” a la gloria: una carrera meteórica

Madison, quien ha participado en películas como Scream (2022) y Había Una Vez en Hollywood (2019), tiene una carrera que ha crecido más rápido que un meme viral. Y aunque el Óscar fue una sorpresa para ella, no podemos negar que se lo ha ganado a pulso. “Amo hacer películas y he soñado con estar en una como Anora”, dijo, mientras probablemente pensaba en cómo encuadrar la estatuilla en su estantería de IKEA.

Sean Baker: el director que lo hizo posible

Madison no escatimó elogios para su director, Sean Baker, a quien describió como un “verdadero amante del cine” y una persona amable (algo raro en Hollywood, ¿no?). “Se lanzó e hizo esta loca película rara, nos divertimos y le pusimos el corazón”, aseguró. Y sí, claramente ese corazón rindió frutos, porque no solo ganaron el Óscar, sino que también nos recordaron que el cine independiente puede ser tan épico como cualquier blockbuster.

Así que, mientras Mikey Madison se va a casa con sus cachorritos y su nueva estatuilla dorada, el resto de nosotros nos quedamos aquí, preguntándonos cuándo será nuestro turno de limpiar el “mugrero” de la fama. Pero, hey, al menos tenemos a Madison para inspirarnos a seguir soñando (y a comprar una buena aspiradora).