Matamoros.- El infortunio para derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social y sus familias va en aumento, pues la mala atención y negligencia en el área de urgencias médicas prevalece y más los fines de semana; pues a pesar de existir guardias de médicos titulares, bien sabido es que se ausentan cubriéndose unos a otros.
Así es lo que se vive en el IMSS de la Sexta y Mina, donde familiares de pacientes caen en la angustia y desesperación ante los malos tratos, la falta de información y la negligencia y deciden llevarse a sus enfermos a otro lugar.
Viridiana Cortéz de la colonia centro, dijo en entrevista que su madre Teresa de Jesús de 70 años comenzó a sentirse mal y no podía sostenerse en pie, además de referir un fuerte dolor en el pecho.
Rápidamente solicitaron los servicios de un taxista conocido de la familia y la trasladaron a la citada institución médica donde la mantuvieron por más de dos horas sentada en una silla de ruedas.
«Nos dimos cuenta que a mamá no le pusieron mano. Cuando ingresó la tuvieron sentada en la misma silla de ruedas con la que la bajamos del taxi y así estuvo por más de dos horas», dijo
«Yo le reclamé al personal de enfermería y me dijeron que no había camillas disponibles y que tomara en cuenta que ahí no era un hospital privado y había muchos pacientes y trabajo», agregó.
La señora Cortéz al recibir ese mal trato y observar la negligencia médica que estaba ocurriendo con su madre, decidió sacarla y llevarla a una clínica particular y fue donde le dijeron que su madre había sufrido un ataque cardíaco y debería quedarse bajo observación médica en cuidados intensivos.
«Estamos bien endeudados pero mamá está viva gracias a Dios», expresó con lágrimas en los ojos.
Pero mire, estoy segura que si la hubiéramos dejado allí, se hubiera muerto sentada en esa silla de ruedas donde todos pasaban por un lado de ella y ni oxígeno le pusieron», concretó.
Por: David Martínez