Matamoros, Tamaulipas.- Pese a los rumores de cierres de fronteras de Estados Unidos para la solicitud de asilo político y humanitario de centroamericanos y caribeños, el pulso del campamento de migrantes en el bordo del río Bravo se mantiene estable con poca población.
En un recorrido dentro del área cercada habitalada por el Instituto Nacional de Migración Delegación Matamoros, se pudo constatar que quedan alrededor de 100 extranjeros, quienes no pierden la esperanza de entrar a suelo estadounidense de manera legal.
Aunque muchos de ellos ya se encuentran desesperados de estar varados algunos de ellos por más de cinco meses, han mencionado que no se van a aventar al río Bravo y cruzar la cerca de alambres de púas, porque tienen miedo de ser deportados a sus países o arrestados por varios años.
Actualmente quedan unos 80 adultos pernoctando en el área del campamento, así como unos 20 niños que van desde meses de nacido hasta unos 12 años, quienes viajan en familias, esperando su cita a través de la aplicación CBP One.
Es poco el movimiento que se puede ver de personas durante el día y la noche, dado a que muchos de ellos se mantienen dentro de sus casas de campañas y algunos jefes de familias han tenido que salir a buscar una fuente de empleo para generar ingresos económicos y poder solventar los gastos de comidas que tienen.
Por Ángel Domínguez.