Se camina por las calles con ramos en mano, se celebra una misa, se bendicen las palmas y luego se llevan a casa a esperar a que se sequen para casi un año después, untar sus cenizas en la frente.
Este es el ritual que miles de fieles siguen este día para conmemorar el Domingo de Ramos, una celebración cristiana que evoca la entrada triunfante de Jesús a Jerusalén, y con la que se da inicio a la Semana Santa.
Desde días anteriores, los fieles se preparan para el festejo adquiriendo sus palmas tejidas con figuras que van desde las más sencillas hasta las más elaboradas, como la que simula a Jesús en la cruz.
En el centro tapatío, los tejedores se reúnen año con año en un espacio ubicado en el cruce de Prisciliano Sánchez y Maestranza. Allí fueron reubicados por el ayuntamiento que los retiró de las entradas de los templos. Desde el jueves antes del Domingo de Ramos, pasan el día tejiendo las palmas y vendiéndolas con precios que van desde los 10 pesos, y aumentan según la dificultad del diseño.
Para quienes trabajan los ramos, la celebración no representa solo una oportunidad de ingreso económico, sino también un orgullo por el hecho de representar con sus manos el momento en que inició la pasión de Cristo.
Verónica, quien teje ramos desde hace 12 años cuenta que “para nosotros es recordar la pasión de Cristo, que se vivió hace mucho tiempo. Es bonito nosotros con nuestras manos hacerlo, tejer una palma para recordar todos esos tiempos, como si lo volviéramos a vivir, el estarlo tejiendo nos da alegría, y mucho orgullo”.
En cuanto al significado de la palma, el presbítero Antonio Gutiérrez Montaño, miembro de la Arquidiócesis de Guadalajara, explica que se utiliza esta hoja, porque según la biblia, era a través de ella cómo las personas le daban exaltación a otros, a personas que admiraban, con palmas en sus manos.
Además de representar la entrada de Jesús a su pueblo en el que fue recibido por los mismos habitantes que después pidieron su crucifixión, en la actualidad “se bendicen los ramos porque, además de que con esos mismos ramos las personas que participan en la misa habiendo iniciado una celebración, también los utilizan de una forma simbólica para alabar a Jesús”, un signo visible de la protección que le piden a Dios, detallo el Padre Antonio.
Por ello este domingo, las misas que se oficien serán distintas, tendrán una entrada especial y se dedicará a esta celebración a la bendición de palmas.
En el centro de Guadalajara, la celebración comienza a las 11:30 de la mañana en el templo de Santa María de Gracia, donde el Cardenal tapatío, Francisco Robles Ortega, bendecirá las palmas. Luego parte una procesión hacia la Catedral metropolitana, para celebrar misa de 12.
Fuente: Milenio