La cruda realidad de Sinaloa 24 policías asesinados en medio de la violencia

La cruda realidad de Sinaloa: 24 policías asesinados en medio de la violencia

Ah, Sinaloa, tierra de narcocorridos, playas paradisíacas y, oh sí, un drama policial que parece sacado de una temporada de Breaking Bad. Resulta que, con el reciente hallazgo de tres cuerpos de policías municipales en la sindicatura de Costa Rica, Culiacán, el conteo de agentes asesinados en la región ya suma 24. Sí, 24. Y no, no es un récord del que nadie quiera presumir.

El hallazgo macabro

Los cuerpos de Ezequiel “N”, Joel Alberto “N” y Petra Emilia “N” (porque, claro, los nombres completos son un lujo que no nos podemos permitir) fueron encontrados con huellas de tortura y disparos de arma de fuego. ¿El lugar? Cerca de la zona donde desaparecieron junto con su patrulla, porque, obvio, los grupos armados no tienen tiempo para llevarse los cuerpos muy lejos. Eficiencia criminal, ¿no?

El secuestro que nadie pudo evitar

Resulta que estos tres valientes (o tal vez desafortunados) agentes estaban verificando un incidente en la carretera conocida como “La Veinte”. Sí, esa misma que suena como el título de una película de acción de bajo presupuesto. Actuaron como cualquier policía haría: activaron los botones de pánico y pidieron apoyo. Pero, adivinen qué, ni el despliegue aéreo ni el terrestre lograron salvarlos. ¿Sorpresa? Para nada.

Las familias, en busca de respuestas

Las familias de Ezequiel y Petra Emilia, desesperadas, recurrieron a la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas. Se emitieron fichas de localización con sus rostros y datos, pero, spoiler alert, los encontraron muertos. Porque, claro, en Sinaloa los finales felices son tan raros como un día sin tacos.

El contexto: violencia sin tregua

Y por si esto fuera poco, el 18 de febrero, Iván Jesús “N”, un agente de investigación de la Fiscalía General del Estado, fue asesinado a tiros en un estacionamiento de un centro comercial en Mazatlán. ¿Delante de su esposa e hijo? Sí. ¿Les pasó algo a ellos? No. ¿Ironía? Total. Las autoridades sugieren que el ataque fue por un problema personal, porque, claro, en Sinaloa hasta los crímenes tienen un toque de drama familiar.

Y no olvidemos a Jorge Sócrates “N”, un agente municipal de 48 años cuyo cuerpo fue encontrado envuelto en una cobija en el fraccionamiento Montebello. Impactos de bala, abandono en la calle Pirul (sí, como el árbol) y un nombre que parece sacado de un libro de filosofía. ¿Conclusión? La violencia en Sinaloa no discrimina ni por nombre ni por edad.

“En Sinaloa, la seguridad pública es como un meme: todos hablan de ella, pero nadie sabe cómo arreglarla.”

Así que, mientras el conteo de policías asesinados sigue subiendo, uno no puede evitar preguntarse: ¿qué sigue? ¿Un reality show sobre la vida de los agentes en Sinaloa? Porque, honestamente, parece que ya estamos viviendo uno.