Normalistas de Ayotzinapa cierran la Autopista del Sol exigiendo justicia por Yanqui Kothan

El clamor de los justos: una autopista cerrada por la verdad

En un acto que resonó como un grito desgarrador en el corazón de Guerrero, los normalistas de Ayotzinapa tomaron las riendas de su destino y cerraron un tramo de la Autopista del Sol. No fue un bloqueo cualquiera; fue un llamado desesperado al mundo, una exigencia de justicia por el asesinato de su compañero, Yanqui Kothan, cuyo crimen sigue impune casi un año después. La carretera, testigo silencioso de innumerables historias, se convirtió en el escenario de una lucha épica.

90 minutos que conmovieron al mundo

Durante hora y media, los jóvenes permanecieron firmes en la vía federal, en el punto conocido como El Parador del Marqués, al sur de Chilpancingo. Sus voces, cargadas de indignación, denunciaron la lentitud del proceso judicial contra los cuatro policías estatales acusados del asesinato. “¿Dónde está la justicia?”, clamaban, mientras el eco de sus palabras se perdía en el horizonte. El juez de control, en un acto que muchos califican de negligencia, aún no ha dictado sentencia condenatoria.

“El gobierno de Evelyn Salgado Pineda ha fallado en su deber. No hay investigación contra quienes intentaron tergiversar la verdad”, declaró uno de los oradores, con una voz que temblaba de rabia y dolor.

Un crimen que sacudió a Guerrero

La noche del 7 de marzo de 2024 quedó grabada en la memoria colectiva. Yanqui Kothan, un joven lleno de sueños y esperanzas, fue asesinado de un balazo en la cabeza mientras viajaba por el viejo libramiento Chilpancingo-Tixtla. Su muerte no solo truncó una vida, sino que desató una ola de indignación que aún no cesa. Tras el crimen, la gobernadora Salgado Pineda destituyó a altos funcionarios, pero las sombras de la impunidad siguen acechando.

La lucha continúa

Mientras los normalistas se retiraban de la autopista cerca del mediodía, otro grupo, esta vez de docentes del Frente Estatal de Preparatorias Populares, tomó su lugar. Durante una hora, cerraron la misma vía para exigir el pago de sus salarios y el bono de diciembre de 2024. La Autopista del Sol, otrora símbolo de progreso, se convirtió en un campo de batalla donde se libra una guerra por la dignidad y la justicia.

El asesinato de Yanqui Kothan no es solo una tragedia; es una herida abierta en el alma de Guerrero. Y mientras los normalistas de Ayotzinapa sigan alzando la voz, el mundo no podrá mirar hacia otro lado. Porque, en esta historia, no solo está en juego la justicia para un joven, sino el futuro de toda una nación.