Presidenta Sheinbaum se muestra de el lado de los migrantes

La presidenta, Claudia Sheinbaum, ha aprovechado la conmemoración de la Revolución Mexicana para reconocer las aportaciones de la comunidad migrante en Estados Unidos. “Nuestros paisanos y paisanas son héroes y heroínas, trabajadores que apoyan a sus familias y a la economía de México, pero también, que se escuche bien y fuerte, contribuyen a la economía de Estados Unidos”, afirmó la mandataria este miércoles. Las declaraciones de Sheinbaum se producen en un contexto de incertidumbre y nerviosismo por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y su propuesta de llevar a cabo deportaciones masivas y redadas que afectarían a cientos de miles de inmigrantes cada año.

Hay más de cinco millones de inmigrantes mexicanos sin papeles en Estados Unidos, de acuerdo con el Migration Policy Institute. Desde que tomó posesión el pasado 1 de octubre, Sheinbaum señaló que ofrecer protección a los migrantes mexicanos estaba en la parte más alta de las prioridades de la Secretaría de Relaciones Exteriores y la red consular de México en territorio estadounidense, la mayor de cualquier país en el mundo. Trump dijo que su intención es deportar alrededor de un millón de migrantes cada año. Aunque los especialistas han puesto en duda la capacidad de Washington de cumplir con esa promesa de campaña, la victoria de la mayoría republicana en el Senado y la Cámara baja permitirá a Trump tener más poder y recursos para concretar las amenazas, lo que pone en el punto de mira a cientos de miles de personas, incluso a quienes han vivido en ese país durante años.

Aunque Trump tomará posesión en dos meses, el próximo 20 de enero, México ya ha empezado a trabajar en la estrategia para atemperar el viraje de mano dura de Trump en migración y comercio. Sheinbaum dijo la semana pasada que estaba trabajando en un documento para subrayar las contribuciones de los migrantes en la economía de ambos países. Especialistas en ambos lados de la frontera han advertido que las deportaciones en masa tendrían un impacto negativo en varios rubros de la economía estadounidense, como el sector agrícola. “Somos de los mejores trabajadores del campo, de la construcción, de los servicios, del turismo, profesionistas, científicos”, dijo la presidenta en su discurso.

 

 

Otro de los riesgos del regreso de Trump es que se tenga que absorber la carga de los inmigrantes devueltos, sin importar su nacionalidad, a suelo mexicano, así como asumir los costos de convertirse en un muro para contener los flujos de la crisis migratoria. Bajo la amenaza de una guerra arancelaria, el político republicano ya condicionó la ratificación del tratado de libre comercio a la contención de la migración en 2019 y la revisión del TMEC en 2026 ha dado pie a nuevas preocupaciones en ese sentido. En Chiapas, en la frontera sur de México, se han formado al menos tres caravanas de migrantes desde el triunfo de Trump en las elecciones del pasado 5 de noviembre. En la última jornada, unos 2.000 inmigrantes iniciaron el camino a pie hacia el norte, ante el temor de que la llegada del republicano al poder les cierre las puertas de la frontera.

Sheinbaum adelantó en La Mañanera que ya tenía listo también un documento para defender las virtudes del tratado en la economía de Norteamérica, aunque todavía no lo ha presentado. “Lo más importante es demostrar con información los beneficios para Estados Unidos del trabajo de nuestros hermanos y hermanas allá”, comentó. Las remesas representan alrededor del 4% del PIB de México y superaron los 63.300 millones de dólares el año pasado, según estimaciones oficiales.

 

 

Trump ha amagado con aranceles de hasta el 25% a los productos de México, el principal socio comercial de su país, y el aumento progresivo de los gravámenes, de ser necesario. “Vamos a defender a México y lo más importante es que, en el momento que tengamos la oportunidad de reunirnos, ya sea con el equipo de transición del presidente Trump o una vez que tome la presidencia, haya este diálogo de alto nivel”, afirmó Sheinbaum. A semanas de un nuevo ciclo político en Estados Unidos, el país latinoamericano ya empieza a delinear los resultados que exigirá Trump para evitar que se contaminen o, incluso, se lastren las principales áreas de la relación bilateral: comercio, inmigración y seguridad. “Somos un país libre, soberano, independiente, solidarios, generoso y democrático”, zanjó la presidenta.

 

Fuente: elpais

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