El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, visitará Texas este martes para presenciar el lanzamiento de un cohete Starship de SpaceX, en un gesto que subraya su cercanía con el fundador de la compañía, Elon Musk.
Fuentes cercanas confirmaron el viaje después de que la Administración Federal de Aviación (FAA) emitió restricciones temporales de vuelo sobre Brownsville, Texas, una medida típica antes de visitas de alto perfil. Estas restricciones coinciden con el levantamiento temporal de otras similares en Palm Beach, Florida, donde Trump tiene su propiedad Mar-a-Lago.
La relación entre Trump y Musk, CEO de Tesla y SpaceX, se ha fortalecido en los últimos años, con Musk fungiendo como asesor cercano del mandatario electo y siendo un visitante habitual de Mar-a-Lago.
El evento marcará el sexto vuelo de prueba del cohete Starship, una pieza clave en los aviones de Musk para enviar humanos y carga a Marte. Además, Starship será esencial para las misiones lunares de la NASA dentro del programa Artemis, que busca regresar a la Luna y, eventualmente, expandir la exploración humana al espacio profundo.
Durante este lanzamiento, SpaceX intentará nuevamente recuperar la primera etapa del cohete «Super Heavy», utilizando brazos gigantes unidos a una torre de lanzamiento. Este innovador método de reutilización ha captado la atención de Trump desde que SpaceX lo puso a prueba en octubre.
El equipo de transición de Trump no ha emitido comentarios sobre la visita.